lunes, 26 de diciembre de 2011

Mojarte la cara...

Que no te enteras, que no importa lo que cueste, que sigas adelante, joder. Que sí, que siempre va a haber algo o alguien que te joda el camino, alguien que mande al traste todos tus esfuerzos por superar el bache y levantarte, alguien que haga de valla para que tengas que saltar si quieres seguir, alguien que te hará la zancadilla y te hará caer una vez más. Que los momentos en los que eres plenamente feliz, a lo largo del tiempo, te van a sobrar los dedos de una mano para poder contarlos. Que sí, puedes llorar, puedes patalear, puedes gritar, puedes pegarle a la pared hasta que te sangren los nudillos, puedes pasarte horas llorando hasta que no te quede ni agua en el cuerpo y tengas los ojos hinchados, pero sabes lo único que conseguirás con eso? Mojarte la cara. Puedes escuchar la típica canción que te emociona y hace que no se te pueda ir de la cabeza el motivo por el que te has vuelto a quedar sin ganas de luchar, sin ganas de hacer nada. Puedes tirarte en la cama y pasarte toda la tarde rayándote la cabeza, dándole vueltas al mismo tema y otra vez, sin sacar otra conclusión que "Esto es una puta mierda, que asco de vida", pero , ¿de qué sirve todo eso?. Piénsalo por un momentos, siempre, siempre habrá alguien que te saque una sonrisa, alguien con quien estés a gusto, que te ayudará cuando te hagan la zancadilla y te hagas daño, que te sujetará mientras saltas esa enorme valla, que pondrá cubos en donde tu pongas miles de lágrimas, que curará tus nudillos llenos de sangre, que te seque la cara, que ocupará tu mente para que no tengas que rayarte...